Introducción

El sistema inmune está formado por un conjunto complejo de células y moléculas, estrechamente interrelacionados, de distribución ubicua, cuya función biológica esencial es mantener la integridad del organismo.

Entre sus principales acciones destacan el reconocimiento molecular, la recirculación sanguíneo-linfática, la migración tisular y la capacidad de desencadenar mecanismos efectores que constituyen finalmente la respuesta inmunoinflamatoria. Su implicación patogénica es enorme, de manera que una respuesta inadecuada puede ser la causa única o multifactorial de un gran repertorio de enfermedades, principalmente de origen infeccioso, tumoral e inmunoinflamatorio no infeccioso (autoinmune).

El avance en el conocimiento de los componentes y funciones del sistema inmune en los últimos años ha sido espectacular. Continuamente se identifican nuevas moléculas, que son utilizadas como dianas terapéuticas, cuyo bloqueo o estimulación pueden modular de forma beneficiosa la respuesta inmune. Es necesario asimilar conceptos nuevos como la inmunidad innata “entrenada” para un adecuado conocimiento y comprensión de este complejo sistema.